Este libro traza el perfil singular y analiza de manera rigurosa la modalidad lingüística viva en un territorio meridional (la Comunidad de valles del Alto Najerilla) de enorme interés dialectológico, a través de la cual el autor ahonda en las raíces de nuestro pasdo remoto y pone de relieve cómo hasta el suelo riojano han llegado gentes de procedencia muy diversa a lo largo de los siglos que, tras asentarse, han fundido sobre un territorio común sus hábitos expresivos, conviviendo y manteniendo sus diferencias hasta hoy en un hibridismo admirable.