Una intolerancia a la fructosa transforma la comida diaria de muchas personas en un juego de azar. Para muchos es un malestar diario, ya que la alimentación moderna es rica en fructosa, y ésta no sólo se encuentra en las frutas. Pero si se sabe dónde se encuentra y cómo puede sustituirse, en poco tiempo pueden desaparecer las molestias, volviendo a disfrutar de un vientre tranquilo. Para ello no es necesario dejar de comer ni dulces ni fruta. En tres fases y mediante recetas aplicables a la vida diaria podrás adaptar tu alimentación a tus necesidades sin renunciar al placer de la mesa. Por fin paz en el vientre: recetas para cada día. 100 nuevas recetas, también para golosos. Cuida tu aparato digestivo: un plan de tres fases para un bienestar duradero. Sugerencias y consejos prácticos para comer en restaurantes.