Para muchos el lince ibérico es un muerto viviente, y en poco tiempo habrá desaparecido para siempre. Sólo las últimas acciones encaminadas a la mejora de sus hábitats y a la potenciación de las poblaciones de conejos en Sierra Morena oriental y Doñana, así como el nacimiento de ejemplares en cautividad, han podido dar un impulso a la conservación de la especie. El lince está realizando un desesperado esfuerzo final para evitar una extinción anunciada. Sería el primer felino en desparecer del planeta en 5.000 años... Y cuando una especie se exingue lo hace para siempre, no hay vuelta atrás. Este libro contiene 3 mapas, 27 fotos y un anexo con los últimos resultados de los programas de conservación.