Los mariscales, es decir, albéitares o veterinarios militares, Alonso y Francisco de Rus García mandaron imprimir su Guía veterinaria original en cuatro tomos de pequeño formato de forma que fueran fácilmente transportables por aquellos que precisaran su consulta ante los casos prácticos de su quehacer diario. La obra, un completísimo estudio general de veterinaria, refleja los cambios y avances más significativos de esta ciencia en la Europa de la época, consecuencia de la fundación de las escuelas veterinarias oficiales francesas y españolas. Este trabajo, reputado texto representativo de la Ilustración en España, marca así la transición de un periodo científico representado por la albeitería, fruto de la observación, a otro en el que prima la ciencia ya conocida como veterinaria, basada en la experiencia directa y el estudio riguroso. Este primer volumen, redactado por Alonso de Rus García, cuyo deseo, como él mismo indica, es "adelantar en el Arte Veterinaria, poco adelantada en unos tiempos tan ilustrados, en los que todas las ciencias y artes han tomado un aumento considerable", va dirigido a los caballeros oficiales, remontistas, mariscales y dueños de caballerizas. En él se consideran las proporciones que deben tener los caballos, el método para alimentarles y las enfermedades que acusan estos animales.
Edición facsímil de la tercera edición de 1819